Ahora la lucha no es con una personalidad ajena y complicada. Ahora la lucha es conmigo misma y mi carácter inestable. Sí, de alguna manera encuentro la manera de desesperarme. Yo sola. Sin la ayuda de nadie.
¿Es esta la versión exagerada de un 'te extraño'? Por favor, no dejes que me obsesione con vos. Ya sé lo que es pasar por eso, y no me hace sentir para nada bien. Hoy Nabil me dijo:
- ¿Te das cuenta que siempre hacés lo mismo?
No, no me doy cuenta. Pero si me pongo a pensar, descubro que mi amigo tiene razón; como casi siempre. Pero.. no quiero que me vuelva a pasar. Repito: no la paso bien. Sin embargo, ahora estoy reconociendo los síntomas, y supongo que eso es un avance. No es fácil adivinar quién ganará el Magui vs. Magui. Ambas conocen a la perfección los defectos de la otra y saben exactamente dónde atacar para debilitarse entre sí.
Creo que este sentimiento un tanto obsesivo es incentivado por el hecho de que el objetivo de mi atención estará diez días a 1627 Km de distancia, en medio de un clima de diversión pura, alcohol, descontrol, recreación y relax. Eso es genial para él. Y malo para mí. No sé si sentirme bien y contenta por mi Sugar Boy, o revolcarme en el piso con dramatismo lamentándome por su ausencia. Lo que demuestro, al menos, es despreocupación y completa confianza. Si bien es verdad que confío plenamente en Sugar Boy, tengo un poco (¿Sólo un poco?) de preocupación. Ni yo misma me esperaba tal estado de intranquilidad.
No sé. Capaz que exagero, capaz que no, pero.. ya no tengo más ganas de escribir :( Pero ni te cuento las ganas que tengo de llamarlo. Paciencia, Magui. Paciencia.