jueves, 28 de febrero de 2013

Fuera de Programa

Okey, esta entrada es fuera de programa, y está destinada a cagarse en las próximas publicaciones que fueron cuidadosamente escritas y planeadas durante mi período italiano.
Pero, como ya se vuelve costumbre en mi vida, las cosas no salen como las planeo desde un principio. Para empezar, antes de irme pensaba escribir mi experiencia del viaje y describir algunas anécdotas. Hoy por hoy, no tengo la más mínima intención de hacer tal cosa. Si te interesa saber detalles me tendrás que contactar (?). Sólo voy a decir que fue satisfactorio, más de lo que esperaba, y aprendí muchísimas cosas no solo respecto a otra cultura sino sobre mi propia familia.
Luego, realmente lamento decirlo con tanta indiferencia, créanme que esto se debe a que ya me deshidraté varias veces en su memoria y me quedé afónica por la misma causa, pero durante mi ausencia falleció Wally, mi gato. Tampoco voy a dar muchos detalles al respecto, pero fue encontrado en el patio de mi casa en la posición en la que habitualmente duerme, mojado a causa de la lluvia, presuntamente envenenado ya que no presentaba ningún tipo de lesión ni anormalidad, a excepción de un vómito que fue encontrado a unos pocos metros. Dije que no iba a dar detalles: mentí.
Sin embargo la profunda tristeza de la pérdida me persigue todavía, y se mezcla con otros asuntos que antes de pisar Buenos Aires podía considerar milagrosamente superados, pero resultó que las heridas se reabrieron con solo recorrer escenarios tan conocidos. Imagino que ya te das una idea de a qué me refiero. Me duele tanto no verte, pero cuando te veo aunque sea a través de una pantalla me duele aún más. Y sé que me dolería peor encontrarte por casualidad. Y sería una auténtica tortura volver a encontrarme con tu mirada, tenerte en carne y hueso delante de mí, tangible y real. A pesar de lo cual, una parte de mí anhela fervientemente el encuentro. 
LOCO PUEDE SER QUE NI SIQUIERA PUEDO PLANEAR ESCRIBIR ALGO! 
En los próximos párrafos, me dedicaría a lamentarme por escrito de tu falta de interés, de tu deliberada ausencia, blablabla. Es como si te hubiera llamado. De alguna manera lo hice. Sea de la manera que fuere, en los últimos minutos deseé tanto esta situación que se cumplió lo más rápido posible. 
Después de tanto tiempo te dignaste a hablarme. Y me duele. Pero sé que te voy a responder. 

PD: Lo que planeaba escribir, excepto el relato de Italia, lo voy a publicar igual. Aunque esta entrada se haya cagado en todas las demás.