¿Sabes qué? El blog no habla bien de mí. Quiero decir, sí, acá vuelco lo que siento, etcétera, etcétera. Pero lo que suelo volcar solo son inseguridades, temores, broncas, enojos… no es muy alegre que digamos. Así que, te puedo ir avisando, esta entrada no va a ser muy original. Me gustaría también escribir sobre la euforia que puedo sentir a veces, o la alegría que me embriaga cuando algo sale como esperaba. Pero probablemente, si tuviera que poner por escrito exactamente lo que pasa por mi cabecita estúpida, sería algo así:
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAA
TUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
TUUUUUUU
TUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
TUUUUUUU
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAA
PIRIPIPI PIPI-PIPI
SOY FELIZ, SOY FELIZ, VAMO’ QUE LA VIDA ES UNA FIESTA (EESSSOO)
(Baila, baila, baila, salta, salta, salta, grita, grita, grita, abraza, abraza, abraza)
– Traducción: Cerebro bloqueado por felicidad irracional –
Eso no quedaría muy bonito en un blog. Salvo que lo que valga sean los colores llamativos y demás. Pero… no me interesa. No me interesan los colores llamativos en letras mayúsculas. Y menos ahora, que estoy sufriendo uno de esos cambios rarísimos de ánimo que me agarran de vez en cuando. Bueno, “rarísimos”. No es que vienen de la nada, sino que son exagerados. En fin.
PAUSA: El blog no está hablando bien de mí porque hasta ahora, según esta entrada, soy una persona que se bloquea cuando está feliz, no le gustan los colores llamativos y tiene una curiosa bipolaridad. FALSO.
A ver, el día empieza genial ¿no? Te despertás a la mañana con toda la expectativa de compartir tus novedades con tus amigos, después de haber juntado sucesos por dos días y haber luchado contra tus putas dudas para mantener tu felicidad presente. Hasta ahí, simplemente genial. Pero ¡Oh! Hernán te pone tarde en la libreta por llegar a la mitad de la oración de “Bandera de la patria, celeste y blanca”. Lo más lindo es que no fue tu culpa que hayas llegado tarde, sino de un familiar a quien se le ocurrió que ese día iba a hacer todo a una velocidad desesperantemente lenta. Bueno, la llegada tarde, vaya y pase. Día de colegio, vaya y pase. Es más, tuviste la espléndida noticia de que ya tenés aprobado el último trimestre de historia, y salvaste biología (Gracias, ocho), y ya tenés hecha la tarea de CC para mañana. Charlaste y les contaste todas las novedades a tus amigos, muy bien. Día de colegio, hoy te sacaste un nueve. Estás perfectamente aprobado.
Pero llegas a tu casa y descubrís que tu día no es tan genial como esperabas. No es tan genial, porque te pegaron donde más te duele. Bueno, está bien, fue apenas un golpecito, pero eso solo hizo que las putas dudas bailaran el chamamé adelante tuyo y te deprimas. No querés llorar, no vas a llorar, porque tampoco es para tanto. Pero te dolió ese golpecito. Te dolió mucho. Demasiado como para ser normal.
PAUSA: El blog no está hablando bien de mí porque dice que soy tremenda exagerada y no valoro las cosas lindas de la vida diaria. Ok, no. FALSO.
Conclusión: Barritadebonobon (Te amo) no habla bien de mí.
Cosas que hacer: Tratar de traducir las onomatopeyas en palabras y escribir algo alegre.
Gracias, chau.