lunes, 26 de noviembre de 2012

Miedo al abandono

Okey, en esta entrada, me llevo el crédito por haber escuchado de mi madre y luego por haber tipeado tooodo este texto, pero no por haberlo pensado (ojalá supierta tantas cosas). El verdadero autor de los párrafos siguientes es el  Dr. Rogelio D'Ovidio, en su libro "El Poder de Cambiar".

"¿Qué pasará con aquellos pensamientos que nos pueden hacer sufrir o gozar?
Imaginemos que sentimos temor en una situación determinada. Como el temor es una sensación displacentera, la acción que genera es la de retirada de la situación.
Supongamos que el temor es a sufrir el abandono de otras personas. ¿Qué es lo que sucederá? Simple, es muy probable que abandonemos primero al otro, para evitar que “el otro nos abandone a nosotros tarde o temprano”.
Muy bien, se dio una circunstancia y reaccionamos movidos por ese pensamiento, cosa que se podría graficar así…

ABANDONO ALGO O A ALGUIEN  ß  TENGO MIEDO DE QUE ME ABANDONEN
(acción)                                                 (pensamiento)
Aquí ha ocurrido una acción, pero lo que dificulta todo para nosotros y para los demás es que los pensamientos que subyacen en la acción muchas veces no se aprecian. Ellos están dentro de cada uno de nosotros, y por lo tanto están como “escondidos” en nuestro interior sin mostrarse claramente. Lo único que es manifiesto y visible es la acción misma. […] y esto es lo que puede generar enormes dificultades en el momento de vincularnos con los demás, porque sólo nosotros sabemos la causa que dio origen a la acción.
Entonces lo que se ve de manera concreta desde fuera de nosotros, o sea, desde el que recibe nuestra acción, se vería así:
ABANDONO ALGO O A ALGUIEN  ß  ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????????
(acción)                                                   
La persona que sufre nuestro abandono no tiene idea de cuál es la razón por la que lo hicimos. Lo único objetivo es la acción. El motivo queda en la más absoluta de las incógnitas a menos que lo manifestemos expresamente, cosa que raramente sucede. Esto da lugar a la interpretación que la víctima del abandono quiera hacer, dado que quedó un terreno libre para la especulación.
Y así la gente se lanza a colocar sobre nosotros todo tipo de motivos que pueden habernos llevado a esa acción específica, la mayoría de los cuales son inexactos. Uno solo es exacto y es el que conocemos, el “miedo al abandono”, pero la otra persona no lo sabe.
Aquí se inicia entonces un conflicto que puede costar mucho resolver, porque hay algo no dicho que deja en el otro la posibilidad de la libre especulación.
Un pensamiento sostenido el tiempo suficiente genera una determinada acción. Existen necesidades o pensamientos que se dan una vez y luego cesan pero ¿Qué sucede con aquellos pensamientos que se repiten sin cesar?
Las personas que tememos al abandono muchas veces lo hacemos de manera repetitiva. Es raro que temamos hoy y mañana no. Por lo general, mañana será igual que hoy, es decir, seguiremos temiendo día tras día hasta que ese tema sea resuelto. "

El texto no termina ahí. Después de esto viene la parte que se supone que es más importante, pero la verdad me cansé de tipear. Tal vez en un futuro haga la segunda parte, o tal vez no.
 En caso de que no, básicamente el texto continúa hablando de los hábitos, de cómo se construyen, y en relación con este ejemplo, habla del hábito de abandonar, no sólo personas, sino actividades o cosas.
De ahí pienso: yo tengo tendencia a abandonar actividades... ¿Acaso no estaré proyectando?
 Miriam te necesitooooooooo!
 
El título es una cagada, pero no se me ocurrió otro mejor. Mis otras ideas, como "Dr. Rogelio nos habla del abandono" o "Sólo escuché y tipeé" fueron absolutamente patéticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario