"El misterio que Edward representaba me consumía; aún más, él me obsesionaba. Tonta. Tonta. Tonta. No tenía tantas ganas de huir de Forks como debiera, como hubiera tenido cualquier persona normal y cuerda."
Fragmento del capítulo "El Prodigio" (Crepúsculo), de Stephenie Meyer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario