Que alguien me haga el favor de explicarme qué me pasa, por favor. Que alguien sea capaz de descubrir por qué me está costando tanto unir dos párrafos coherentes para expresar algo. ¿Por qué? ¿Eh? Dame una razón.
Es más fácil escribir cuando uno está triste. Okey, bueno, estoy de acuerdo con eso. Pero tampoco es que haya pasado unas semanas de fiesta continua. Tuve mis momentos de bajón. Mis momentos de angustia, de dudas. De muchas dudas. La diferencia, tal vez, sea que las dije directamente. O algo así. Las expresé con palabras, cara a cara, y blablá. Gasté energías ahí, pude resumir mi mamarracho de preguntas en una o dos frases, y ya no me quedó más inspiración para escribir. La inspiración es limitada, Magalí. Cuidala.
Igual, no me arrepiento. No suelo arrepentirme de las cosas. Ni siquiera del período negro con doña Bernardi, que viéndolo a la distancia fue realmente pelotudo, pero me sirvió para darme cuenta que la quiero conmigo a pesar de cualquier circunstancia :$. Debo admitir que tampoco me arrepiento del distanciamiento con otras personas que creí tan cercanas a mí. Me engañé a mi misma, digamos. Y ellas también se engañaron. En algún momento iba a pasar, tarde o temprano, podría decirse que era inevitable, y en el fondo siempre lo supe. Defectos que no estaba dispuesta a tolerar, y ellos tampoco estaban dispuestos a tolerar algunos defectos míos. Distanciamiento natural.
Voy avisando que esta no será una entrada muy ordenada. Para cubrir una falta de contenido, hago un menjunje de ideas, de pensamientos, que tuve en el período de ausencia por acá. Los que me acuerde, obvio. Y los que crea apropiados. Todavía hay algunas cosas que prefiero guardarme (menos mal, sino estaba en el horno. Ni vida privada tenía).
Y es que me cuesta bastante guardarme algunas cosas. Casi diría que no tengo secretos. En estos momentos se me ocurre uno solo. Pero me refiero a secretos secretos, de esos que no le contás absolutamente a nadie. Será que de esa manera busco llamar la atención. ¿Quién no lo hace, en algún momento? Todos queremos llamar la atención, aunque no lo admitamos. Queremos que nos vean. Y en realidad no es algo malo. A veces lo molesto está en el modo. Existe gente más obvia y mas histriónica que otras. Cada uno llama la atención a su estilo. Eso es lo que yo creo en este momento. Tal vez mañana cambie de opinión.
Pero hay muchas cosas sobre las cuales dudar, y creo que de todas ellas, dudo. De los detalles, y de lo que no depende de mí.
Que entrada de mierda. No me gusta ni un poco. Es desordenada y aburrida, ni la quiero leer para revisar cohesión ni ortografía. La publico nada más para evitar que esto muera. Lector (Facu), disculpá por hacerte perder tiempo en esta entrada horrible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario